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El último show de Amy Winehouse... y la tristeza de Irma


Irma:

Mi hijo es fanático de Amy Winehouse… Yo siempre le recriminé que era porque, a él, le gustaba la chica esa… Pero él siempre me dijo que la amaba por la música que hacía y el acento inglés.

El otro día cuando me levanté, puse la tele y me encuentro con la noticia de que la cantante se había muerto. A todo ésto, mi hijo acababa de llegar del boliche a las 7 de la mañana, pero yo igual lo desperté: “Se murió la cantante que te gusta” – le grité… Pobre, él no entendía nada y siguió durmiendo. Al rato se levanta como un zoombie y me trata de loca… Ahí mismo lo agarré y lo puse frente a la televisión…

Creo que la imagen más triste que vi en el último tiempo es la de mi hijo frente a la televisión, confundido, como un pobrecito… se nota que le gustaba enserio.

Al rato, sin decir una palabra al respecto, apaga la tele y me dice: “mamá me voy a dormir”… hace 2 días que duerme y no habla.

Investigando en Internet, sobre la vida de ésta chica, me encontré con que lamentablemente era drogadicta, una pena siendo tan linda. Ahí me di cuenta que tenía una voz que cualquier cantante de tango le envidiaría, era como una loba cantando.

El corazón se me terminó de embarrar de tristeza cuando vi el video de su último show… Ahí ya estaba como una loba triste, que no entiende lo que dice, lo que piensa, que ya se quiere ir a dormir porque está cansada de todo lo que la rodea.

Antes de apagar la computadora lloré por todo lo que ella no puede decir en ese video, y lloré porque mi hijo que ya no la va a tener cantando una canción nueva en el walkman.

A Amy Winehouse en esta casa, ahora, la vamos a extrañar dos.

Irma habla de la droga



Irma

Yo sé lo que es la droga, tengo un hijo que estuvo muy metido. Lo descubrí un verano, nos fuimos de vacaciones a “Las Toninas”. Estábamos pasando unos días a todo trapo: sol, calor, playa, arbolitos y arena. En realidad eran las vacaciones ideales, hasta que mi nene se puso raro con la llegada de Aníbal, un novio que tuve durante el ’94 y ’95. Quito, mi hijo, tenía 15 años en ese momento, la edad del pavo que le dicen, así que le empezó a dar al porro para hacerse el rebelde. Siempre pensé que éste fue el origen de su relación con la droga, bah, siempre me sentí culpable de alguna manera… Ante todo hay que asumir que una es culpable, cuando fui a la asociación de madres de drogadictos dije: “Yo soy culpable que mi hijo se drogue, de alguna manera yo no le supe dar un hogar como Dios manda, a mí no me da vergüenza decir que tuve amantes, no me da vergüenza decir que me viví la vida”… Cuando dije ésto todas las otras madres del la asociación de drogados, se quedaron de una pieza al escucharme. Por un tiempo fui como la oveja negra del grupo, hasta que después me aceptaron porque vieron que, a mi hijo, yo lo quiero.

Irma




A Irma le hacían un brushing, mientras yo esperaba que me corten el pelo.

Irma:
…y yo le dije a Quito: “quiero ser tu manager... Así te consigo entrevista con alguno del Cable Visión y los hago ganar un poco de plata”. Quito tiene la manía de no cobrar, de trabajar como un albañil sin que le paguen un peso. Quito es un pibe mal aprovechado, todo el mundo sabe lo de la droga… yo no me avergüenzo.

Irma hizo un silencio mientras el brushing sigue furioso sobre su pelo. Luego de unos instantes retoma.

Irma:
El padre ni siquiera lo llevó al parque a jugar a la pelota … Iba yo como una retrasada mental a patearle el penal… Pobre Quito… Yo le pateaba la pelota y los amiguitos se reían colgados de un árbol, no me olvido más. Todo el mundo me dice: “Irma que piernas que tenés, que zapatos que usás”… Y sí, que te voy a mentir: yo uso zapato taco alto de quince centímetros y muestro las piernas porque puedo… O mejor dicho, porque patié pelotas de fútbol hasta que mi hijo entró en la droga. Yo ya tengo casi 65 pirulos, a mí no me molesta decir la edad…

Irma vuelve a hacer un silencio. Le hace señas al peluquero de que le está haciendo una marca en el cabello con el cepillo mientras le hace el brushing.

Irma:
No me olvido más el día que volví de meditación y me encuentré al Quito boca a bajo… Estaba en el comedor, tiradito como un pobre santo. Al lado, la pecera llena de pececitos, no me olvido más, esos pececitos moviéndose como si no pasara nada… Después de eso los tiré a la mierda, por el inodoro (Ríe). ¿Lo viste a Quito? Tiene la cabeza pelada ahora… que locura que tiene. Él es rockero, igual es un dulce de leche. Yo lo escucho a las 7 de la mañana, dele que te dele con la guitarra… por eso le digo que es como un albañil… por lo madrugador. A mí me encantaría ser su manager, yo me muero de ganas… Salir de gira, ir a hoteles del interior, prepararle la ropa para el show. El otro día fui con Patricia a verlo, se los escucha tan lindo… tocaron el la paternal, el 112 me dejó en la puerta. Yo me arreglé, me le caí bien peinada, bien arreglada, estuve como tres horas. Por suerte la Patri me acompañó, que santa. Cuando llegamos, un frío de cagarse… pero bueno, llegué me pedí una cerveza y le compré otra a Patri por la gentileza de acompañarme. Después estaba chocha, escuchamos música, en un momento bailé (Ríe). No pienses que estaba en pedo, no, no… De joven me lo permitía, pero ahora no. Tengo un hijo.

El sonido del secador se volvió más furioso. Irma siguió hablando. Pero yo sentí que era suficiente. Guardé el cuaderno. Guardé la lapicera. Me puse los walk-man y esperé a que me corten el pelo.